Lunes 17 de febrero de 2014. 10:00 am.
Selway se encontraba terminando su última escritura y su atado de cigarrillos, esperando para recibir a su nueva visita. Algo completamente nuevo.
— Hola, soy Manuel Santiago y me recomendaron venir acá para tratar mi depresión e intentar salvarme con lo que me queda. -dice la visita con total ingenuidad y desgano.
— Vincent Selway, un gusto, Manuel. Sentate, por favor.
— No tengo idea cómo se empieza esto pero supongo que quiere saber de mí.
— Sí, si tenés ganas, hablame de vos así te conozco un poco y luego desarrollamos un poco más.
— Bien, a mi nombre ya se lo dije, tengo 17 años, tengo una hermana, padre y madre, vivo con ellos tres y tengo una vida normal y depresiva.
— ¿Normal o depresiva?
— Depresiva.
— ¿Por algo en especial?
— Puede que hayan algunos hechos que hicieron énfasis en este estado que tomé este último tiempo.
— ¿Se puede saber cuáles hechos?
— Creo que vamos muy rápido.
Vincent se acomoda en su sillón y, con permiso de Manuel, enciende un cigarrillo. Pide a la visita que siga contándole más de su vida.
— A mi vida básicamente la considero una mierda total. Siento que soy un cuervo que va en contra de la bandada. Me siento un pájaro que se hizo amigo del muñeco de paja; espantapájaros.
— Digamos que a este pájaro le gusta o le atrae lo que está mal para el resto de la sociedad.
— Pongámosle que sí. Mire, la verdad prefiero estar en mi casa escuchando música y fumando.
— Claramente no tenés amigos. ¿Tampoco tenés novia?
— Sí, novia sí, y ese es uno de los "hechos" que me llevaron a esto.
— ¿Por qué?
— Porque tiene leucemia. Seguro usted me va a decir que no me tengo que mostrar débil delante de ella, y lo hago, pero el problema está cuando llego a mi casa y estoy solo.
— ¿Ahí cae en depresión?
— Sí. Una parte de mi cabeza me dice que se va a salvar, esa parte se despierta cuando estoy con ella. La otra parte me dice que es una enfermedad de mierda y que seguro se va a morir, esa parte despierta cuando estoy solo.
— Lo único que te puedo recomendar en este momento es que busques la tranquilidad, y para encontrarla tenés que tener actitud. Éxitos con eso, Manuel.
11:02 am.
Selway, ante un nuevo problema, decide terminar la primera sesión de Manuel y seguir con lo de él.
Miércoles 19 de Febrero. 09:45 am.
— Sabés que cuando venía para acá encontré a un tipo igual que vos. Por un momento pensé que me habías plantado y no iba a haber nadie hoy acá, pero nada qué ver. Te juro que era igual.
— Es demasiado chico el mundo y las personas no son muy diferentes como parecen. ¿Cómo estás, Manuel?
— Peor que el lunes. Escuché a mi mamá hablando con mi papá y le decía que Luna sólo se podría salvar con un milagro. Todavía no entiendo por qué me ocultan tanto.
— ¿Luna es tu novia?
— Sí. Yo no creo en los milagros, pero si hay alguien que se lo merece es Luna.
Manuel se mostraba desolado. La mirada penetrante y sincera de él lo decía todo. Era idéntico a un novio desesperado que estaba a punto de perder a su novia para siempre y no podía hacer nada.
— ¿Podés describir lo que sentís? -le pregunta Selway.
— Siento que el corazón se me va a salir por la garganta. Algo me raspa toda esta parte. -responde Manuel mientras se señala el pecho.
El teléfono de la visita suena, pide permiso y accede a atender. Se le caen dos lágrimas mientras escucha la voz del otro lado del tubo. Vincent se imaginaba lo peor. Manuel tira su celular contra el suelo destrozándolo;
— ¡Luna se está muriendo!
— Manuel, sé que es difícil, pero te pido que mantengas la paciencia, al menos acá. También sé que es algo sensible para tocar tan fácilmente...
— ¡¿Qué paciencia querés que mantenga si ella se está muriendo y no puedo hacer nada?! Estoy perdiendo el tiempo. El pecho me raspa mucho peor que antes.
— Te entiendo...
— ¡¿Qué entendés?! ¿Entendés lo que significa no tener más a una persona? ¿Que el futuro que planeabas se caiga a pedazos? ¡Maldigo esa enfermedad de mierda!
Selway se mostraba sin mucho qué hacer. Se levantó de su sillón, con cuidado, se dirigió hacia Manuel, le tocó el hombro para darle consuelo, lo abrazó y allí quedaron sin decir ni una palabra hasta que la sesión terminó y la visita decidió irse.
Jueves 20 de Febrero. 07:30 am.
Vincent despierta por el sonido de su teléfono. Una llamada de un paciente.
— Por favor, salí de ahí urgente, ya voy para allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya sea puteada o halago, dejala.